Ruta rural de Tranco del Lobo en Albacete
Existe una gran diferencia entre practicar el senderismo y el simple hecho de caminar por la naturaleza, como erróneamente puede ser confundido. El senderismo se practica bajo ciertos principios y es ante todo una actividad física en donde la competición no tiene cabida. Se realiza por caminos homologados y su principal función es acercar al visitante al medio natural de una zona específica. Hablamos de la Ruta rural de Tranco del Lobo en Albacete.
Esta ruta es una de las más conocidas y hermosas en la región de Alcalá del Júcar, población de apenas 1.350 habitantes y ubicada a unos 64 kilómetros de la capital de provincia. Es sin duda, uno de los pueblos más impresionantes de todo Albacete, quedando demostrado al haber sido declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982, figura que ejerce protección sobre todos sus bienes artísticos y culturales.
Lo más llamativo a simple vista, son sus casas excavadas en la roca y agrupadas magníficamente como un solo ente, que cobra especial belleza de noche, cuando se iluminan tras el atardecer. En la cima de la colina se ubica El Castillo, estructura que domina sobre el paisaje y en donde es posible ver restos de las murallas originales. De especial interés son las Cuevas del Diablo y del Garadén, antiguos puestos de centinelas con siete siglos de historia que han sido restaurados como bar y discoteca.
De igual belleza es el territorio que lo rodea. Un entorno rural donde el río Júcar es protagonista y responsable de la ruta de senderismo que nos trae hasta aquí hoy. La Ruta rural del Tranco del Lobo, comienza y termina en Alcalá del Júcar, haciendo un recorrido de 27 kilómetros. La dificultad del camino se clasifica media-baja y presenta un desnivel máximo de 220 metros. El tiempo de la ruta puede variar en función del estado físico del senderista, pero puede tomar aproximadamente unas 6 horas a pie, aunque también puede hacerse en bicicleta.
Antes de efectuar esta ruta o cualquier otra, es importante conocer la dificultad y asegurarse de llevar el equipo adecuado, un buen calzado, ropa cómoda y provisiones. La ruta una vez se aleja de Alcalá del Júcar, se adentra por caminos forestales hacia el valle del Júcar, en muchos casos bordeando barrancos por la ribera del río del mismo nombre. Es un camino especialmente hermoso, que atraviesa sendas naturales, pequeñas casas abandonadas y represas de río, siempre acompañado del intenso color turquesa del río Júcar. La región también es ideal para la práctica de actividades al aire libre: barranquismo, rafting y descenso de cañones.
Alcalá del Júcar tiene opciones de alojamiento de lo más diversas y que se ajustan a lo que buscas. Para un hospedaje más convencional está el Hotel Pelayo en el casco urbano, y la Finca/Spa Los Olivos, que cuentan con todas las comodidades, aunque la mayor variedad está en alojamientos de tipo rural. La Bodeguilla de Alcalá del Júcar, Ababol, La Hoz del Júcar y RíoTranquilo en Tolosa, son perfectas para alojar desde parejas a grupos numerosos con el valor agregado de sentirte como en casa, cocina incluida. Aunque si quieres probar comida típica manchega, el Restaurante Mesón El Mirador en Alcalá del Júcar tiene la mejor oferta del pueblo.
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